Es
como si alguna vez fui llamado, es como si que tuviera que regresar. Es como si
alguna vez fui llamado a las calles, de salir al mundo a luchar, sin
preparación, con desgana y sin ánimos, por obligación. Hoy que no sé cómo
regresar, es como si alguna vez fui llamado a las calles, es como ver que el
cielo se ha tornado gris, sin luz. Con una fuerte lluvia que cae y recorre cada
parte de mi cansado cuerpo, que lava mi piel, que la siente y le susurra
pequeñas historias, historias pasadas y pequeñas, cada una.
Que
con cada pasito ciego que doy, sin ver, ciego y mudo, sin hablar ni discrepar,
con cada pasito que doy me aleja, me hace perderme, ¡que me aleja! Que cada vez
que tomo un camino, una decisión, vos estás ahí, lo ves, lo sientes, me
observas de reojo, con tus ojitos inundados de lágrimas, que me ven con
ternura, que se han apiadado de mí, que ven mis ligeros y torpes pasos, que me
lanzas una mirada de compasión y me amas en silencio.
Que
el silencio nos encierra, que tú sobrevives, que yo no. Miras lo que hago,
admiras lo que pienso, pero lo que no digo, es imposible decirlo, cada palabra
que pienso, es callada, cada vocablo que he dicho ha errado. Me he callado para
siempre, las cosas cambian, el mundo es redondo, no quiere girar, si parpadeas
y luego piensas, como yo que en mala filosofía pienso, cuando abro y cierro mis
ojos el tiempo ha pasado sin darme cuenta.
Sin
darme cuenta empecé este paso, el de aceptar que me he perdido, que mi silencio
no se ha roto, que nos sigue acosando, que está ahí de compañía, que mi
silencio es tuyo, que es nuestro, que es mi única compañera ya, ¿por qué digo
esto? es sencillo, me extravié del camino. Ahora que estoy perdido, sin idea de
cómo regresar, sin fuerzas para volver tras mis pasos, me perdí de mis
andanzas, ando, deambulando sin sentido ni razón.
Te
pregunto ahora, ¿dónde estoy? ¿esperarás por mí? yo he de desaparecer, en un
abrir y cerrar de ojos, lo he de hacer, es obvio lo que se aproxima, que ronda.
El olvido me llevará a su lado, me alejará de tu lado, es más hemos empezado a
alejarnos, cada paso que das, cada paso que doy, solían ser sincronizados,
ahora que hemos vagado juntos ¿te has cansado? sólo quiero que sepas, ya no
puedo detenerme, no lo sabré, serás feliz, no lo sabré, como hubiese querido
decir las cosas que debí decir, más no las que no debí, ¿es tarde para recordarte
cómo solíamos ser? juntos, no distantes.
Cada
pasito que damos, cada acción que realizamos, cada sonrisa que largamos, cada
risa que disfrutamos, cada vez que sostuviste mi mano junto a la tuya, cada vez
que te tenía cerca de mí, con ese último abrazo que cerró tus ojos, seguido de
un cálido beso, el último, desesperado y violento, confundidos entre gritos y
silencios. Debí detenernos, debí no rendirme, ahora hoy me alejé. Te alejaste.
Espero no te olvides de mí, espero no lo hagas…
Es
como si alguna vez fui llamado, es como si que tuviera que regresar. Es como si
alguna vez fui llamado a las calles, de salir al mundo a luchar, estábamos
preparados, teníamos ganas, teníamos ánimos, nos amábamos. La lluvia cae y me
cuenta esas historias, tú y yo, pude hablar, no lo hice me callé. ¿Eres feliz? no
lo sé. La lluvia lava cada parte de mi cuerpo, siento su tacto recorrer y
contarme historias, sigo caminando sin destino… no debí cruzar el umbral del
olvido.
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